martes, 15 de julio de 2025

Desarraigo y violencia callejera.

¨No sé si traemos crispación o no, pero antes la crispación que la paz de los cementerios, antes la crispación que los españoles callados ante la inmigración ilegal, ante las violaciones, ante los robos, ante los machetazos. Si decir la verdad trae crispación, pues habrá crispación" afirmó este lunes el líder de Vox.

"Están 24 horas en la calle, así que, normalmente, están buscando conflictos. Sienten el racismo, les dicen que se vayan a su país pero cuando van de vacaciones a Marruecos los tratan como inmigrantes y muchos no hablan árabe. Son jóvenes que están muy enfadados, son muy rebeldes, es muy difícil calmarles, porque le odio que tienen dentro no es de ahora, viene de muchos años", señala el presidente de la comunidad musulmana.                            Extraído de BBC News Mundo

                            

Discursos de odio injustificados hacia seres humanos. ¿Quién gestiona las emociones de ese desarraigo obligado? Lo gestiona la calle.  Es sencillo hay que trabajar en el campo y alguien tendrá que hacerlo. Cuando el conflicto y los muertos están en Gaza apenas importa. El conflicto está en casa y apenas importa, salvo a los habitantes de Torre Pacheco que están viviendo una "caza de inmigrantes"

He dejado de creer. El control y la manipulación son la única religión y la única ideología. He dejado de creer.

Mis palabras van dirigidas a los que hacen correr el odio a través de las redes sociales y sus discursos, a los que cubren sus caras y agreden en nombre de la democracia, a los violentos, a los inmigrantes, a los que no lo son, a los que corren, a los que pegan, a los que creen que así están defendiendo la libertad o un país que no es de nadie. Cuándo aprenderán que la tierra no es de nadie y en tal caso es de quien la trabaja. Van dirigidas a los estúpidos, en definitiva, porque solo la estupidez puede llegar a construir un espacio en el que amedrentar a los demás, a los que convocan manifestaciones sin sentido, sin criterio, sin decir la verdad. Va para aquellos que precisamente creen que saben cuál es la verdad y azuzan a los descerebrados para que la apliquen en su nombre, haciéndoles creer que tienen cerebro y piensan por si mismos.

¡Cuándo despertareis de esta idiotez global que os entontece! Si es que acaso despertáis.

¡Cuánto tiempo desperdiciado en busca del estado de bienestar, olvidando el estado y el bienestar general! Y que está apunto de dejar de respirar.

¡Cuándo dejaréis de ser las putas de los que enarbolan en nombre de la democracia, la paz! 

Decía Gorgias que las palabras son un instrumento de violencia y hábiles manipuladoras de almas.

¿Hasta cuando vais a dejar que vuestras almas sean manoseadas? Recuperarlas, ¡joder! y entonces, solo entonces, seréis libres.


Un día más, me inunda la tristeza. Mis palabras son mi espada, una vez más.




miércoles, 2 de julio de 2025

A quien guste acercarse a mis relatos


A todos aquellos que hayan decidido acercarse a un conocimiento más profundo y pausado de los relatos que salen de mis dedos, va dedicada esta entrada de mi blog.
Me atrevo a decir que son relatos para todos los públicos, porque cualquier historia bien contada, sentida e interpretada es una buena historia. Pero como los lectores tendrán que decidir qué leer y normalmente el ser humano no es aficionado a las sorpresas, voy a intentar guiaros por mis historias con la esperanza de que sean elegidas para vuestro deleite.
Primero fue Sexo, muerte y otoño. Murió mi madre y quería expresar todo lo que llevaba dentro sobre lo que pienso sobre la muerte. Encontré que en lo que iba escribiendo había mucha semejanza con ciertas sensaciones que se despiertan también con el sexo y decidí escribir relatos sobre ambas cosas. Puede parecer muy freudiano, pero inevitablemente el sexo y la muerte atraviesan nuestra existencia. En este primer libro decidí que todos los personajes iban a ser arrancados de la realidad y así lo hice y esta ha sido la constante en todos los demás libros de relatos que vienen a continuación. En este sobre todo está mi madre y los que murieron mientras lo escribía: familiares, conocidos, amigas, desconocidos, transeúntes, extraños...

Después nació quizá mi favorito, el que más lleva de mi y de las personas que me rodean, Sexo, ruidos y primavera. En él he metido los ruidos de mi cabeza sobre qué es vivir, cómo vivimos y los ruidos de las cabezas de las personas que han pasado por mi vida mientras los escribía. Es una locura porque en estas historias es inevitable verse reflejados y es extraordinario descubrir la cantidad de ruidos que nos acompañan y la dificultad del silencio. Soy filósofa y hay en él mucha filosofía, porque al final la vida, o al menos la mía, los ruidos, las personas, los sucesos, mi conducta, las emociones... no dejan de envolverme a cada paso que doy. Supe que tenía que escribir estas historias, en las que están de nuevo presentes el sentir de mis amigos, amigas, hija, alumnos, alumnas, familia, amores, encuentros sexuales, viajes o instantes. 


El último Soy...Estoy, creo que es una belleza. Este libro nace de los hijos e hijas de mis amigos. Tras observarles, escucharles y sentirles durante un tiempo, imaginé y recreé con mis palabras cómo vivían sus emociones desde la infancia o la adolescencia, frente a los adultos y frente a sí mismos. Me ha permitido comprender y no olvidar, si alguna vez lo hice, lo infinitamente agradable que es no ser adulto. De nuevo la filosofía aparece y por boca de esos pequeños y pequeñas transito por las cuestiones que considero imprescindibles y que siempre están presentes en mi aula: libertad, aburrimiento, compartir o no compartir, autonomía, investigación, felicidad, tristeza, frustración, la guerra, la apatía, la lucha personal. Las ilustraciones que lo llenan fueron hechas con todo el amor del que fuimos capaces un montón de amigos y amigas que me han acompañado en esta locura y yo misma.

(Deseo haber provocado el interés necesario para que te apetezca impregnarte de la pasión con la que han sido escritas estas historias.) 

viernes, 20 de junio de 2025

Abderrahim y la caza policial. Esas vidas que nada valen.

La policía municipal tiene como labor primordial salvaguardar la integridad y los derechos de las personas, velar por la seguridad de los ciudadanos y mantener el orden público. Los agentes de policía estando fuera de servicio tienen la obligación de intervenir en aquellas situaciones que requieran su actuación. Aunque esa intervención sea obligatoria, el policía debe actuar de manera proporcionada. Si su actuación causa daños o lesiones, puede acarrear responsabilidades tanto civiles como penales.

En la prensa dicen que Abderrahim era un delincuente habitual y toxicómano, supongo que esos dos apellidos o calificativos le dan el premio directo para morir estrangulado. Los policías (parece ser que no eran ni delincuentes habituales ni toxicómanos) cuentan que les intentó robar el móvil. Yo en mi imaginación veo que el móvil que intentó robar sería una bestialidad de móvil o que la pobreza extrema del policía en cuestión no le daba para comprar otro móvil si perdía ese, o que el tema de la propiedad privada lo lleva a fuego.

Es sencillo, no se equivoquen: nadie tiene derecho a quitarte lo que es de tu propiedad, no hay justificación posible. Nadie tiene derecho a quitarte la vida y menos si no es en defensa propia, no hay justificación posible. 

No fue en defensa propia, fue por decisión propia. Una vida no vale nada. Me da vergüenza pertenecer a la especie humana. Un ser humano ha sido capaz de arrebatar el aliento a otro ser humano con sus propios brazos. Un ser humano ha placado a un delincuente que ha intentado robarle el teléfono, se ha tumbado encima de él y con sus propios brazos le ha aplastado el cuello y las cervicales hasta que ha escuchado como ha dejado de respirar. Ha escuchado como dejaba de respirar. Otras personas le gritaban que parara y no le ha importado. Ha escuchado como dejaba de respirar. 

Un ser humano que eligió para vivir la labor primordial de salvaguardar la integridad de las personas, ha aplastado con sus brazos esa integridad. Por favor visualicen mi descripción con detalle.


Hoy tomándome una cerveza en un bar, porque es viernes y me relajo, había un imbécil-ignorante dando un mitin político a voces en la misma barra en la que yo estaba apoyada. Me he sentido agredida durante casi media hora, tentada estuve de acercarme con mi filosofía de bar a recordarle algo de historia, de conocimientos y educación básica, para que sus opiniones al menos no estuvieran construidas sobre una base errónea. Además algo de educación cívica no le habría venido nada mal. Me pregunto si le hubiese estrangulado de haber sido policía. Habría sido fácil: yo hubiera gritado como él con otra versión del asunto, nos habríamos exaltado porque tal como hablaba habría sido fácil cabrearle. Me vería obligada a intervenir para restablecer el orden público, le habría placado y quizá estrangulado con mis brazos. El público sexagenario presente en el bar me habría gritado que parase y yo habría dicho algo así como: ¿Te ha insultado a ti? Y acto seguido habría escuchado como dejaba de respirar.

Me ha recorrido un escalofrío al pensar en esta comparativa. Este imbécil-ignorante ha atentado contra mi integridad y la de muchos de los allí presentes, ha alterado el orden público, ha minado mi libertad y mi derecho a tomarme una cerveza con tranquilidad.

Pero no, no se asusten, si hubiera sido policía no le habría estrangulado. Hubiera hecho lo que hice hoy, beber mi cerveza y sonreír mirándole a la cara para que supiera que era un imbécil.

Cuando un alumno/a comete una agresión, siempre investigo qué habrá detrás. Hoy me pregunto qué  habrá detrás para que un ser humano mate a otro sin motivo o para que un imbécil de voces en un bar.


lunes, 16 de junio de 2025

Tarde de vómito ininterrumpido

Que bien nos habría venido entablar un debate a muerte súbita con mi querido Sócrates, en estos tiempos de injusticias, de falsos medidores de conductas, de tanto profesional por defecto, de gente que se siente atacada sin argumentos, de asesinos que asesinan sin conciencia, aplaudidores irracionales de sus propios éxitos que muchos son fracasos, seres humanos incapaces de actuar con humanidad, homo sapiens extremista que caga sobre el resto del mundo, que somos cosmopolitas y no respetáis el espacio, manoseadores de la responsabilidad ajena e irresponsables de la suya propia, gentuza, imbéciles, descerebrados, incapacitados para la autocrítica, incapacitados para la opinión, incapacitados para el análisis racional, ¡qué cansancio tanto extranjero, tanto fuera de sí mismo criticando a tantos que están dentro por propio esfuerzo!, la palabra ya no sirve porque el homo ya no sabe hablar, porque quedan pocos para enseñarle, falla la justicia y una tiene que tomarla en sus propias manos y criterio, falla la libertad y una tiene que estar a cada paso explicando qué es ser libre, falla la educación y nuestros chicos van a la deriva sin saber que están yendo a la deriva, falla la economía y la lucha de clases nos mantiene en esta cárcel, falla la política y los políticos, los corruptos, los que están por corromper, cuánto habrá que esperar para que nos representen los representantes que hemos elegido, la democracia ha dejado paso al abuso de poder, a la autoridad desmedida, a sálvese quien pueda y si puedo me salvo pisándote la cabeza para que no sobrevivas, me cago en todo lo que se menea sin control sin respeto sin amabilidad sin principios,  me cago en mi lucha personal, me cago en esa existencia auténtica que me obliga a seguir viviendo para seguir cagándome en todo cada día, me sobran fascistas, comunistas, me sobran todos los -istas, ideólogos que deberían cuestionar y transformar
ideas en soluciones reales no ficticias, conformistas de ideas que están rebosantes de mierda porque nunca fueron pensadas con honestidad y si fueron grandes ideas lo olvidaron pronto para mirarse a sí mismos y olvidarse del resto, no puedo dormir, no puedo comer, no puedo mirarme sin sentir que arrastro mi propia culpabilidad por inmoral, por excesiva por incauta por callar cuando tengo algo que decir, por hablar cuando debería de callarme de una puta vez, estoy hasta el coño de :es lo que hay, cuando hay tanto por cambiar y luchar, los estoicos nunca aceptaron las injusticias, siempre alerta y conectados al mundo porque había que analizar el sufrimiento para mitigarlo, ahora habrían muerto de tanto sufrir y de tanto llorar, porque no hay dios que aguante este infierno.

sábado, 7 de junio de 2025

La importancia de la gratitud

 

Me resulta muy fácil dar las gracias. Es la forma más hermosa de comunicar a los seres humanos que forman parte de nuestras vidas, que ha estado bien.
Soy bastante espontánea y clara al respecto. Me gusta acompañar esos agradecimientos con un montón de palabras para explicar, con cariño, mi gratitud.
Nunca doy las gracias por cumplir, creo que es un acto de generosidad reconocer en el Otro el valor de sus actos.
Por este mismo motivo cuando me dan las gracias las miro bajo el prisma de la sinceridad, porque en mi experiencia vital he descubierto que cuesta menos criticar y destrozar al otro, que agradecerle su existencia.
A lo largo de este curso he recibido mucha gratitud por parte de mi alumnado y ahora que es el final, han llegado a lo bestia un montón de gracias que hoy resuenan en mi cabeza y me hacen sonreír.
Gracias en sus discursos de graduación, por haberles educado en el pensamiento crítico, libre y a veces absurdo que nos brinda la filosofía. Gracias por escuchar, por llorar y reír con ellos. Gracias por acompañarlos y darles chuches endulzando su ingenio y su trabajo. Gracias por no olvidar que son adolescentes y adolecen de ese mal que es la tragicomedia permanente y que tanto me fascina. Gracias sencillamente por entender.
Ayer también me sorprendieron algunos padres y madres con sus agradecimientos. Resulta que la filosofía lejos de ser un obstáculo intragable había sido una inspiración para sus hijos. La filosofía les había proporcionado debates en familia y alguna carcajada por mis mensajes poco académicos en trabajos y reflexiones. Resulta que la filosofía y esta filósofa hemos dejado el pabellón muy alto y por ello son bienvenidas todas las gracias que he recibido.
Lo mejor es que llegaron todas ellas acompañadas de abrazos apretados y acompasados de susurros mutuos y secretos para recordarnos que ha estado bien. 
Sinceramente, lo hemos hecho muy bien, queridos filósofos, queridas filósofas.
¡¡Salud y Libertad!!




martes, 20 de mayo de 2025

"Pelear con la pluma como una espada"


Tengo la costumbre de no mirar hacia otro lado cuando pasan cosas denunciables y feas cerca o lejos de donde habito. Reconozco que eso me ha acarreado algunos problemas: testigo de juicios, intervención en peleas callejeras... para qué entrar en detalles.

Hay muchos muertos que se amontonan estos días en las redes sociales y en las noticias. Todos esos muertos en realidad se amontonan en las calles, debajo y encima de escombros donde antes había escuelas, casas y hospitales. Se amontonan ante nosotros, en nuestro televisor, ese de 52 pulgadas con una nitidez bestial que miramos impasibles. No se confundan y aunque nos separen miles de kilómetros, no dejan de morir y de amontonarse. Y aunque no miremos siguen formando parte del paisaje actual.

Era San Agustín de Hipona el que dijo que había que pelear con la pluma como una espada. No soy de usar otras armas más que la del lenguaje, que siempre he considerado muy poderosa. La palabra y los actos nos definen.

Fui testigo en un juicio hace unos días. El abogado contrario me preguntó por qué no había más testigos si era cierto, como yo había explicado, que mucha gente salió a mirar y eran las 11 de la mañana. 

- Usted sabrá, como yo, que ante estos sucesos la mayoría de la gente se escaquea-le respondí.

- ¿Me está diciendo que la mayoría de la gente se escaquea, menos usted?- preguntó este abogado absurdo.

-Es evidente, estoy aquí, ¿ve a alguien más?- Le dije (me lo puso a huevo)

Esto es fácil, de verdad y no tienen que salir de sus casas: denuncien. Escriban en sus redes sociales su repulsa a la violencia, si realmente les estremece, redacten denuncias en comisarías si hay algo que no está bien, hagan llegar sus quejas, su rabia, la necesidad de que la justicia haga su trabajo justo. No se duerman cada día, mientras los muertos se amontonan o los grupos violentos hacen de las suyas a pocos metros de nuestras casas. Y por favor, no lean esto como si no pasara nada.

¿Ven a alguien más?



viernes, 16 de mayo de 2025

Mi homenaje a Enrique Ibarrondo


Esto de la filosofía forma parte de la herencia colectiva. Unos y otros, unas y otras, vamos transmitiendo a modo de reacción en cadena esta pasión por el libre pensamiento y la libertad de pensar.

Hoy, casi un año después, acabo de enterarme que aquél que sembró en mi el germen de tener una paja mental permanente en mi cabeza, murió.

Mi maestro de ceremonias, mi iniciador en el arte de la filosofía, el culpable de que yo hoy sea filósofa fue Enrique Ibarrondo. He sentido cierta nostalgia de mis comienzos en los debates que llevábamos a cabo en sus clases, nostalgia de esas reflexiones que provocaba en mi y con las que tuve que convivir en mi paso por el instituto. Enseguida supe que estaba hecha para ser filósofa y que la filosofía estaba hecha para mi. 

He recordado que no me despedí de él, pero si que años después cuando el formaba parte de mi tribunal de oposición le dije lo mucho que había significado que el fuese el primero. Después hubo otros, pero yo ya estaba conectada a la filosofía y fue fácil que mantuvieran mi atención. 

He recordado su seriedad y su ironía, creo que llevo algo de eso conmigo desde entonces. He recordado que en un trabajo de reflexión taché una parte para que no lo leyera y lo leyó y riñéndome me dijo que era extraordinario y que no debería de haberlo tachado. He recordado sus debates de ética en círculo, con ese permiso absoluto para decir lo que saliera de nuestras cabezas. 

Hoy, gracias a él y otros pocos que se cruzaron en mi camino y me han mantenido despierta, soy yo la que invito a la reflexión y provoco a mi alumnado. 

Van por ti estas breves palabras. Creo que de haberme enterado habría ido a despedirte, no lo sé, porque no soy de despedidas. Creo que después de muerto ya nada importa, porque no estás. Creo que posiblemente ahora que ya sé que no existes dejaré de pensarte.

Siempre que me preguntan porqué soy filósofa, hablo de ti.



 

 


lunes, 14 de abril de 2025

Soñar

No soy muy aficionada a indagar en la interpretación de los sueños que me acompañan en los breves momentos en los que duermo, pero a veces he de reconocer que me crea confusión cuando analizo alguno de ellos.

Puede que Freud tuviese algo de razón en cuanto a la relación entre los sueños y aquellos actos que reprimimos. Eros y Tánatos me persiguen a modo freudiano y me convierten en una delincuente perversa o en una pervertida delincuente. El último sueño que rememoro, me ha encerrado en un ascensor que no es ascensor sino un picadero-biblioteca en el que he follado y robado libros a partes iguales. He llevado a cabo prácticas sexuales no habituales en mi, conversaciones íntimas poco comunes y he robado aquellos libros, muchos descatalogados, que nunca he podido tener en mis manos. Si mi sueño es una conducta reprimida, debería rectificar y decir que son libros que todavía no he podido tener entre mis manos, hasta que los robe en algún momento de mi vida. 

Un ascensor que, en mi libre interpretación, se me asemeja a ese cerebro que he cerrado herméticamente para moverme con cierta libertad. Ese cerebro en el que no permito que nadie entre, ni aunque llamen insistentemente, como en mi sueño. No he escuchado los golpes que pegaban en la puerta pidiendo que lo soltase porque alguien necesitaba subirse en él. Era mi ascensor, mi espacio, mi polvo clandestino y mis libros imposibles de conseguir. 

Cuando finalmente se ha abierto la puerta y había una señora pesada gritando para usar el ascensor, mi imaginario animal sexual y yo nos hemos reído y cargando con el onírico botín hemos echado a correr saliendo de mi mente.