miércoles, 2 de julio de 2025

A quien guste acercarse a mis relatos


A todos aquellos que hayan decidido acercarse a un conocimiento más profundo y pausado de los relatos que salen de mis dedos, va dedicada esta entrada de mi blog.
Me atrevo a decir que son relatos para todos los públicos, porque cualquier historia bien contada, sentida e interpretada es una buena historia. Pero como los lectores tendrán que decidir qué leer y normalmente el ser humano no es aficionado a las sorpresas, voy a intentar guiaros por mis historias con la esperanza de que sean elegidas para vuestro deleite.
Primero fue Sexo, muerte y otoño. Murió mi madre y quería expresar todo lo que llevaba dentro sobre lo que pienso sobre la muerte. Encontré que en lo que iba escribiendo había mucha semejanza con ciertas sensaciones que se despiertan también con el sexo y decidí escribir relatos sobre ambas cosas. Puede parecer muy freudiano, pero inevitablemente el sexo y la muerte atraviesan nuestra existencia. En este primer libro decidí que todos los personajes iban a ser arrancados de la realidad y así lo hice y esta ha sido la constante en todos los demás libros de relatos que vienen a continuación. En este sobre todo está mi madre y los que murieron mientras lo escribía: familiares, conocidos, amigas, desconocidos, transeúntes, extraños...

Después nació quizá mi favorito, el que más lleva de mi y de las personas que me rodean, Sexo, ruidos y primavera. En él he metido los ruidos de mi cabeza sobre qué es vivir, cómo vivimos y los ruidos de las cabezas de las personas que han pasado por mi vida mientras los escribía. Es una locura porque en estas historias es inevitable verse reflejados y es extraordinario descubrir la cantidad de ruidos que nos acompañan y la dificultad del silencio. Soy filósofa y hay en él mucha filosofía, porque al final la vida, o al menos la mía, los ruidos, las personas, los sucesos, mi conducta, las emociones... no dejan de envolverme a cada paso que doy. Supe que tenía que escribir estas historias, en las que están de nuevo presentes el sentir de mis amigos, amigas, hija, alumnos, alumnas, familia, amores, encuentros sexuales, viajes o instantes. 


El último Soy...Estoy, creo que es una belleza. Este libro nace de los hijos e hijas de mis amigos. Tras observarles, escucharles y sentirles durante un tiempo, imaginé y recreé con mis palabras cómo vivían sus emociones desde la infancia o la adolescencia, frente a los adultos y frente a sí mismos. Me ha permitido comprender y no olvidar, si alguna vez lo hice, lo infinitamente agradable que es no ser adulto. De nuevo la filosofía aparece y por boca de esos pequeños y pequeñas transito por las cuestiones que considero imprescindibles y que siempre están presentes en mi aula: libertad, aburrimiento, compartir o no compartir, autonomía, investigación, felicidad, tristeza, frustración, la guerra, la apatía, la lucha personal. Las ilustraciones que lo llenan fueron hechas con todo el amor del que fuimos capaces un montón de amigos y amigas que me han acompañado en esta locura y yo misma.

(Deseo haber provocado el interés necesario para que te apetezca impregnarte de la pasión con la que han sido escritas estas historias.) 

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