Los hospitales son lugares intensos. Una aprende entre ruidos y olores lo que es la supervivencia del ser humano. Permanecen sentados con un sufrimiento sincero mientras esperan. En un hospital siempre hay alguien esperando y en el convencimiento de que nadie les mira se transfiguran sus rostros y se arrugan un poco más sus manos y sus corazones, mientras esperan. Y esperan buenos informes a la puerta de sus silencios. Y esperan la muerte de otros y la suya propia. Y esperan a que caiga el café de máquina, la chocolatina y el agua que les da un susto innecesario. Esperan recuperar los besos y abrazos llenos de calor al menos una vez más. Hoy, yo también espero, atenta a recuperar indemne parte de mi pasado y de toda mi historia personal. Hermosas personas que caminan a nuestro lado toda la vida y a las que no nos cansamos nunca de esperar.
Y caminas por pasillos q llegan siempre al mismo lado, contando baldosas, leyendo carteles, cultivando la paciencia, pronosticando desastres y conviviendo con rostros desconocidos.
ResponderEliminarY caminas por pasillos q llegan siempre al mismo lado, contando baldosas, leyendo carteles, cultivando la paciencia, pronosticando desastres y conviviendo con rostros desconocidos.
ResponderEliminar.....y vamos siempre todes al mismo sitio viniendo todes de varios sitios...
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