En Ruanes un día de familia, migas y sol |
Las mejores reuniones tienen lugar cuando no son planeadas. Hoy hemos jugado con la improvisación, desde que nos hemos encontrado en el cementerio de Ruanes, hasta que nos hemos despedido a media tarde.
En el cementerio, visita obligada por ser hoy el día de todos los santos: flores, velas, recuerdos, echar de menos a los que se fueron y a los que no pueden estar. Repasar las lápidas, como si en esa búsqueda pudiésemos borrar los nombres de nuestros muertos y resucitarnos. La familia siempre imprescindible y adorable. Esa familia que aunque esté lejos y tengamos que reconocernos de nuevo, te abraza como si te hubiese visto ayer. A continuación cerveza en el único bar del pueblo. Añoranzas, correr para ver quien paga primero, sin pereza por pagar. Generosos con su tiempo y sonrientes. La segunda parada son unas riquísimas migas para que coma todo el pueblo y que permiten que comamos en familia, con los nuestros, con los amigos y conocidos de siempre, que deciden volver en estos días de recuerdos.
Una foto sincera. Los que no están se presienten en algunos rostros. Un café variado para terminar la tarde y buena conversación. Hablamos de las raíces, de los nuestros, de lo bien que estamos a pesar de los años, de que en esta familia hay buenos genes y como dice Mariti, hay buena gente.
Hemos quedado dentro de un año en el mismo sitio. Hasta entonces.
Fantástico día en familia. Un beso. Carmen.
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