jueves, 28 de julio de 2016

Diversión recortada en Badajoz

Foto de Castelar esta mañana
En este espacio está la mitad del presupuesto que ha destinado este verano el ayuntamiento de Badajoz para los talleres de animación en el parque de Castelar: NADA.
Supongo que al haber reducido al menos un 50% la inversión en talleres para niños, en materiales y en monitores también nos cobrarán a todos los ciudadanos la mitad de los impuestos correspondientes a la partida destinada a estos eventos. Imagino también que desde el ayuntamiento habrán dicho a la mitad de los niños pacenses que no vayan, que soporten su mitad de calor en sus casas y su mitad de aburrimiento. Es de esperar también, que los concejales y alcalde de Badajoz hayan reducido a la mitad sus vacaciones, porque habrán tenido que reducir sus sueldos a la mitad para adaptarse a este verano recortado que están sufriendo los niños. O quizá estoy mal informada y han decidido llevarse a la mitad de los niños que no pueden salir de Badajoz en verano porque sus ingresos no se lo permiten a un lugar más fresquito y que se corresponda con lo que pagamos todos por mantener en pie esta ciudad amablemente. Es gracioso que tengamos que aguantar semejante cagada aquellos a quienes nuestro espíritu nos prohíbe meter la papeleta del partido popular en las urnas y aquellos que si la metieron. Que cada uno soporte su mitad señores.



martes, 26 de julio de 2016

Ya sabéis lo que es la libertad, ahora os toca saborearla.

No están todos, van volando poco a poco.
(Enlace del blog de Elena, incluye cabreos
http://thinkabouttheworld.simplesite.com/423800105)
He disfrutado durante tres años de una hornada de alumnos/as especiales de los que este año he tenido que despedirme, porque por fin salen del recinto del instituto, de los límites del pueblo, rompen con sus rutinarias vidas y vuelan a la universidad y al mundo. De entre ellos se va la caótica Elena, su silencio me ha acompañado como un dulce abrazo desde que la conocí el primer año en primera fila, en un aula creada para suspirar. Sé que al principio me miraba con desconcierto, en realidad soy una loca que se hizo filósofa-educadora y triunfó. Y aunque ya no volvió a estar en primera fila -porque creó la distancia necesaria para verlo y sentirlo todo- cada día estábamos más cerca. Elena ha compartido conmigo sus crisis existenciales, su adolescencia inconformista, sus escritos cabreados, sus éxitos incontenibles y lo que ella ha considerado fracasos académicos por mucho que yo le diga que sólo son números que no miden la humanidad, ni la honestidad, ni los valores, ni la belleza, ni los intensos pensamientos que hay en su cabeza desde por la mañana temprano. Siempre con los ojos bien abiertos para no perderse y  ves cariño... ¡no te has perdido! 
Sé que me has escuchado siempre con atención, aunque te hiciese llorar. Sé que te he provocado más de un dolor de cabeza, te he visto sufrir por mis palabras. Sé que me quieres como yo te quiero. 

jueves, 14 de julio de 2016

Churros con chocolate y tiempo

La vida en los pueblos tiene otro ritmo, se mueve por otros principios y permite desarrollar estrategias de felicidad más o menos permanentes. Soy de un pueblo de Extremadura, pequeño y con pequeñas costumbres que cada vez que voy me regala pequeños momentos extraordinarios. Estuve el martes y participé de un evento social que cuando lo cuento puede parecer chistoso e incluso como de otro tiempo, pero que para mi ha sido entrañable, diferente e intenso. En mi pueblo ya no hay churrería, entre otras cosas, y desde hace un tiempo hay un churrero ambulante que va todos los martes se instala en una plaza del pueblo y hace churros. Los martes todo el pueblo cena churros con chocolate o café repartiéndose por los bares del pueblo espontáneamente para que no falten parroquianos. El churrero se convierte así en el facilitador de un gran acontecimiento social. Gracias a ese martes se reúnen familias, se juntan amigos y amigas, los grupos de vecinos se organizan y comparten un objetivo común: el mismo espacio, la misma mesa, las mismas charlas. Se suceden saludos y preguntas entre churro y churro. Yo estuve este martes con mi hija en el pueblo y compramos churros y nos sentamos con la familia a cenar y saludé a mis amigas de siempre, las que no caducan aunque la vida te separe físicamente de ellas y siempre es como si no me fuese nunca de mi pueblo. Martes tras martes se repite esta pequeña fiesta en la que cabemos todos a medida que vamos llegando y donde no sobra nadie ni si quiera los que se han ido...

lunes, 4 de julio de 2016

Soy libre

Mi hija de 10 años al terminar el curso me ha dicho ¡¡mamá soy libre!!. Libre de deberes programados e inservibles muchas veces, repetitivos y aburridos - varias veces le sugerí a su maestra la palabra creatividad-; libre de un horario inflexible que no perdona un minuto; libre de una maestra obsoleta que no sabe enganchar a los niños con hermosas historias sobre el mundo y sus acontecimientos, sobre la naturaleza y la poesía. Menos mal que su padre y yo exploramos su fantasía y le contamos mil cosas y experimentamos mil cosas junto a ella. 
Mi hija de 10 años se enfrenta a un verano sin cadenas, dispuesta a disfrutar de todo, a leer lo que le gusta "Junie B. Jones y el monstruo bajo la cama", a escribir en su recién estrenado blog lavidadeevaes.blogspot.com todas sus ocurrencias de niña de 10 años, a jugar a sus videojuegos favoritos, tocar el piano, bailar, cocinar y disfrutar de su bien ganada libertad.
Pero hay otros niños que no serán libres, porque no habrán sacado buenas notas y tendrán que continuar con su condena veraniega en clases o academias o haciendo deberes para poder seguir el ritmo frustrante de aprendizaje que el curso que viene de nuevo les marcará. Lo más triste es que sus padres están convencidos de la importancia de seguir malgastando las energías de sus hijos en estos menesteres. ¡Por favor, déjenles ser libres este verano que luego será tarde para seguir ejerciendo de niño sin más!

lunes, 27 de junio de 2016

Maldita mediocridad

 El aplauso permanente a la mediocridad es el que ha llevado a nuestro país a ser los primeros en algo: la ignorancia, la incultura y el deseo de no salir de ese estado de mediocridad que se ha convertido en algo natural para los españoles.
Me considero insultada y burlada por todos esos millones de españoles que han votado sin contemplaciones, sin usar la razón, ni el corazón ni la cabeza. Me siento confusa cuando me doy cuenta de que la participación ciudadana en la construcción de nuestro país se reduce tan solo a votar y a cultivar la mediocridad el resto del tiempo. Hoy sinceramente estoy convencida de que mi interés por la política no puede decaer, convencida de que mi labor docente es prioritaria para acabar con esta panda de mediocres que están ocupando el mismo espacio que yo venero cada día y en el que contribuyo para que crezcan espíritus libres, no alienados, no sometidos a ningún credo. Hoy no quiero disimular mi cabreo, porque mi malestar nace de las más absoluta racionalidad. Soy una persona libre, mayor de edad en todo los sentidos, envuelta como si de un papel de regalo se tratase en la más sublime humanidad y respeto por las diferencias, comprometida hasta el infinito y más allá en contagiar a los que me escuchan de aquellos valores libremente elegidos pero lógicamente aprendidos. Soy una educadora creativa y audaz porque elegí el camino correcto que es el de la dignidad. Confieso mis errores y mis excesos, educo en la paz y en la libertad. No puedo esconder mi cabreo porque no puedo soportar que la mediocridad se haya convertido en deporte nacional.

Cuando estaba escribiendo esta entrada en mi blog, llegó hasta mi una estupenda reflexión de Forges sobre la mediocridad. La casualidad existe. Le robo su viñeta, supongo que no le importará que compartamos la misma lucha.

sábado, 18 de junio de 2016

Educar es algo más simpático

Silvia, Elena y Patricia felices me ceden esta foto
En el último día de clase de este curso he vivido un episodio bastante triste aunque no me ha pillado en absoluto desprevenida. Algo que confirma lo ya sabido: El profesor adora el orden, lo inequívoco, lo programado. Tras la propuesta de disfrutar de las dos últimas horas del año escolar todos juntos en el patio haciendo una guerra de globos de agua y echando unas risas, cuatro de cincuentaynosecuantos profesores de mi centro hemos estado en el evento. Puedo aceptar que me digan que no les gusta mojarse, puedo entender que no les gusten los globos, tengo que entender que salgan a su hora y no puedan quedarse, me obligan a entender que no estaban porque no quisieron estar. La verdad es que simplemente no dijeron ni justificaron nada, ¿ni si quiera su moralidad?. Yo sé que detrás de esa ausencia y de otras muchas -que nada tienen que ver con agua ni globos-, está la falta de compromiso con la educación de nuestros chicos. Muchos años de formación, de estudios universitarios, de cursos de capacitación pedagógica, atención a la diversidad, psicología adolescente, tutorías y nadie les dijo que su misión es acompañar en el proceso de aprendizaje de forma activa, vivencial y directa. Nadie les dijo que deben participar, no solo del estrecho y asfixiante espacio del aula con pupitres colocados en fila a juego,  sino que deben compartir sus espacios abiertos y diferentes, porque es otra forma de llenarlos de educación y de acercarse a ellos. Nadie les dijo que educar es otra cosa, algo más relajado, más abierto, más simpático.





lunes, 29 de febrero de 2016

Hay muchas formas de ser valientes

Hay muchas formas de ser valientes y lo que importa en definitiva es serlo. Ando estos días defendiendo ante mis alumnos/as de bachillerato la necesidad de no ser borregos atrapados voluntariamente en un redil y guiados voluntariamente por un tutor. Aparezco cada mañana dispuesta a contagiarlos como una loca del placer de la rebeldía, del esfuerzo, de la lucha permanente por salir de la mediocridad. Hoy les puse rock para gritarles a través de Marea que no traguen ruedas de molinos, que sean dueños de sus sueños y de sus caminos. Hoy les puse también "la internacional", les enseñé imágenes de la lucha obrera y de la opresión. Creo que poco a poco voy consiguiendo una buena pandilla de adolescentes que no tienen pereza ni cobardía y que serán capaces de dar el salto a la bendita mayoría de edad. Aplaudo a los que escuchan y sienten, a los que les llegan las palabras. Al final no es sólo pienso luego existo, sino siento luego existo también.
Hay muchas formas de ser valientes. Hoy quiero rendirme también con absoluta admiración ante mi marido que después de dieciocho años en una empresa se ha lanzado al vacío sin temor, "con dos cojones" y se va a trabajar a otro sitio en el que estoy completamente convencida de que sabrán saborear, disfrutar y  apreciar el valor de su trabajo. Siempre he sentido envidia de su decisión, de lo fácil que es saber lo que quieres, de lo importante que es hacer bien las cosas porque sabes hacerlas bien. Suerte amor