El desastroso informe pisa me da la razón y me jode que así sea. Este año de nuevo, un montón de alumnos saldrán de nuestras aulas sin haber aprendido a escribir y leer con claridad y por tanto serán incapaces de expresar sus pensamientos y sus ideas para que el lector disfrute. Cuando nos invaden con reformas, cambios de materias, optatividad, itinerarios, reválidas y demás gilipolleces, se olvidan de que al sistema educativo español le falta lo básico. Parece que todos han olvidado que es necesario un control de calidad del profesorado. A final de mes todos cobramos aunque en nuestras clases, a puerta cerrada, hayamos estado haciendo el pino puente. La mejora educativa no pasa por añadir horas de lengua a nuestros chicos, ni si quiera más horas de nada, se trata de que el tiempo empleado sea efectivo, enriquecedor, productivo y bien utilizado. En este país cuando a alguien se le ocurre decir en voz alta que los profesores que conforman el sistema no hacen bien su trabajo y nadie les dice nada, te salen enemigos.
Un día más he corregido escritos de mis alumnos de segundo de bachillerato y ha sido desolador. Es cierto que la osadía tiene un precio, pero prefiero el destierro que el silencio, prefiero que se asuma la parte que nos toca y no la permanente goleada de balones fuera. Prefiero la crítica constructiva y provocadora a morir asfixiada soportando tanta negligencia. Siempre prefiero la lucha, porque ya saben los que me conocen que soy políticamente incorrecta.
Un día más he corregido escritos de mis alumnos de segundo de bachillerato y ha sido desolador. Es cierto que la osadía tiene un precio, pero prefiero el destierro que el silencio, prefiero que se asuma la parte que nos toca y no la permanente goleada de balones fuera. Prefiero la crítica constructiva y provocadora a morir asfixiada soportando tanta negligencia. Siempre prefiero la lucha, porque ya saben los que me conocen que soy políticamente incorrecta.
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