Hay días en los que realmente necesitas vivir sin darte cuenta. Hoy es uno de esos días sin más.
Esta noche he vuelto a sacar el traje de heroína y he paseado por el universo, desgranando cada instante de la vida. He viajado sobre lo absoluto, lo relativo, lo moral, lo inmoral, lo efímero y lo eterno. He clasificado los acontecimientos y he querido ver de cerca que el tiempo no tiene existencia, para justificar que no puede hacernos daño.
He estado flotando entre el ser y la nada, entre estar y no estar.
He acariciado algunos granos de esa felicidad que dicen que existe, pero que está en ninguna parte. Me he desposeído de todo lo que tengo y desnuda me he tirado al vacío para ver que se siente: he encontrado solo vacío.
Esta mañana, que paradoja, he buscado a fondo pero no he podido encontrarme a mi misma. Por eso hoy quiero vivir como si no existiera, para descansar del dolor de la existencia.
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