Dedicado a todos mis alumnos |
"Buenas tardes a todos los profesores. Conscientes de que la situación es muy complicada, para nosotros y para todos, tenemos que pediros por favor que os organicéis entre
vosotros de tal manera que nos podamos organizar nosotros también. Estamos durante todo el día y a todas horas recibiendo
mensajes con tareas de "clase", tareas
"para casa", entregas, etc. . . sumándose a
todo eso las clases online. Y si ya es
difícil estar tantos días sin salir de casa, más lo es si
no podemos salir de nuestra habitación..."
Así comienza la carta que nuestros alumnos de segundo de bachillerato han mandado a sus profesores hace un momento. Carta que perfectamente han escrito seguramente todos los estudiantes del mundo en estos días inestables que estamos viviendo, agotados de sus nuevos profesores virtuales.
Hace un rato también leía en facebook algo que podría acompañar a esta carta, escrito por un profesor, en la que se pedía coordinación, parar y hacer las cosas en serio: "No se puede improvisar un sistema educativo virtual en 48 horas a base de instrucciones, burocracia y entusiasmo autogestionario" (con tu permiso, Victor Bermúdez)
Aristóteles nos dijo que la virtud reside en el término medio. Una sociedad en crisis se debe dejar acariciar kantianamente para vislumbrar la mayoría de edad en algún momento. Y tenemos que crecer, que es posible que los seres humanos lleguen a acuerdos y que solo con la buena fe no se mueven montañas construidas con excesos académicos. Todo esto se llama hacer las cosas bien. No creo que sea una labor solo de la administración, creo que nos toca gestionarlo a todos. Es el momento de subir la empinada cuesta platónica, saltar la estrecha zanja kantiana, olvidar la guerra de todos contra todos y descubrir lo seres humanos que somos. Solo eso humanos y con capacidades inimaginables para seguir adelante en tiempos de crisis. Sapere aude! extraordinario.
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