Con permiso de Bansky |
En estos últimos días, me han llegado dos preguntas esenciales y muy relacionadas con mi situación actual.
Mi hermana me preguntó qué versión tiene la filosofía de la procrastinación, porque la palabreja se las trae.
Respuesta: creo que la muerte para el filósofo no es trascendental. Solo es parte de la vida. En ese sentido carece de importancia morir. Solo se muere sin más, sin tanta tragedia ni afán de prolongar nada.
Los médicos siguen poniendo vías y cables y oxígeno, procrastinando. Mi padre no pierde ocasión para quitárselo.
Después y a raíz del día de san Valentín, un querido amigo me preguntó acerca del enamoramiento.
Respuesta: la atracción, el amor... para mi son lo mismo: solo palabras.
Ayer mi padre, entrecortadamente, me dijo que ya estaba cansado de estar solo sin mi madre. Me dijo que siempre habían estado juntos y que era con ella con quien quería estar. Miraba hacia arriba, porque si hay cielo ella solo puede estar allí, a la espera de que ella bajara a buscarle para seguir juntos. Me dijo que sentía dejarnos solas, pero que ya se quería ir.
Esto es el amor, querido amigo, ahí tienes tu respuesta.
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