jueves, 26 de diciembre de 2024
Perdonen si no les deseo feliz navidad
viernes, 15 de noviembre de 2024
¿Para qué sirven los niños?
Los niños sirven para cuestionarlo todo. Cuando un niño deja de hacer preguntas se convierte de repente en otra cosa y deja su existencia espontánea para convertirse en un ser programado, estático y previsible.
Heráclito tenía razón, todo cambia y el agua del río no deja de correr y cambiar, pero los seres estáticos en los que nos vamos convirtiendo no nos dejan ni meter los pies en el agua. Corremos el peligro de mojarnos y dejar de formar parte de la masa que se sienta en la orilla porque el agua está fría.
No me gusta la mayoría, creo que he dejado de respetarla. Me gustan los valientes que se salen de lo habitual. Yo soy una valiente y estoy siempre alerta. No me gusta formar parte del todo sin un criterio que me avale, me gustan las minorías porque esas son las interesantes, las provocadoras, las indecentes. Por eso decido formar parte de ellas.
Ayer por la tarde me senté a charlar con un pequeño grupo de alumnos/as, en un bar, tomando un té y casi sometida a un tercer grado, porque estaban llenos de esa curiosidad que no debe morir. A pesar de estar ya en la etapa adolescente, descubrí con entusiasmo que estaban despiertos, al menos en gran parte y que no habían perdido todavía la necesidad de saber, de preguntar y de escuchar. Valientes jóvenes y afortunada yo por encontrarlos en mi camino.
¿Quién querría seguir al rebaño, pudiendo dar un paseo en soledad mirando el cielo o sentada en un taberna irlandesa, en lugar de mirar el trasero de la oveja que llevas delante?
Gracias por una hermosa tarde: Marta, Daniela, Victoria, Kira, Gonzalo e Iker.
miércoles, 2 de octubre de 2024
Vuelva usted mañana
Mariano José de Larra, con esta expresión quiso criticar de manera satírica la enfermedad tan común y tan extendida de la sociedad española: la pereza. A esto se me antoja sumarle la ironía con la que el cine español trata también este defecto: películas como Don erre que erre, en la que un simpático Paco Martínez Soria sabe perfectamente que los gigantes no deben ganar.
Como observadora y partícipe de este sociedad, puedo dar testimonio de que todo esto es real. Presenté dos reclamaciones entre los meses de agosto y octubre del año 2022 en la Dirección general de seguros y planes de pensiones. Dos reclamaciones en las que me vi obligada a llegar al máximo responsable porque la compañía en cuestión resolvió sus dos tremendas negligencias con disculpas y balones fuera. Pensarían que me iba a retirar...
Entiendo que el ciudadano decida no reclamar, entiendo que decida no denunciar porque la herramienta fundamental de nuestras administraciones es la de KO por agotamiento. Yo que no soy de cansarme demasiado en cuanto a injusticias se refiere, sigo después de dos años pendiente de mis reclamaciones en curso. Consulto recientemente y resulta que uno de los procesos ha finalizado en agosto (2 años después) y se han olvidado de mandarme la resolución. Llevo ya dos llamadas telefónicas en las que se me asegura que siga insistiendo que los inspectores ya me la mandarán y bajo la justificación de que es muy raro que no me la hayan comunicado, vamos ya por dos años, dos meses y días. Sí puestos a condenarnos, la administración no escatima en tiempo.
Hoy me han dicho que al menos les de un margen de otras dos semanas para mandarme la notificación. Me pregunto: ¿Qué son dos semanas más? Desconozco además si dicha resolución viaja desde el otro lado del mundo y en bicicleta.
No tendría un carácter español, si no tuviese la paciencia de seguir esperando, porque al final o esperas sin que decaiga la insistencia o te rindes y piensas como la mayoría: para qué me voy a molestar si no lo van a resolver.
Lo resolverán, menudos somos Larra, Martínez Soria y yo. Los tres sabemos que los gigantes no deben ganar.
martes, 20 de agosto de 2024
Café y felicidad con Blanca.
Gracias J.J. |
Y sí haremos, pues estamos/ en mundo tan singular,/ que el vivir sólo es soñar,/ y la experiencia me enseña,/ que el hombre que vive, sueña/ lo que es, hasta despertar.
Conté lo que soñé y entonces fue más real. La parte mística me dirá que te acercaste a mi sueño para que supiera que, aún estando muerta, eres feliz. Siempre feliz. Me senté contigo a tomar café, quizá para aprender a ser feliz y a pesar de estar viva, ser feliz.
Dejamos cosas pendientes, siempre la muerte llega para dejar cosas pendientes. Las nuestras eran pequeñas, como nosotras, de esas de todos los días: la promesa de cafés más frecuentes, croquetas y pan recién hecho que no llegaron a tiempo a Madrid, fiestas familiares que la muerte de otros fueron anulando dramáticamente. Nunca llegamos a la distancia suficiente como para querernos del todo y sin embargo en mi sueño sabíamos que nos queríamos.
lunes, 19 de agosto de 2024
Dedicated to Álvaro, Mario, Antonio, Jorge, David, Sebas and Pedro and their impeccable attitude.
I do encourage you to visit Krakow, a beautiful city that has also hosted, from August 2 to 4, an international tournament of a hardly known game: Flames of War. World War II expands in all its splendor on the gaming tables with players from various parts of the world. A military strategy game that manages to assemble a Tower of Babel in the same space, with a single objective: just play. They display varied and artisanal settings, the Russians and Germans with their infantry, tanks, planes and other war devices position themselves, with the use of a dice, around their objectives.
You will be amazed, but they came from Switzerland, Ireland, the United States, Austria, Belarus, Belgium, Denmark, Finland, France, Greece, Iceland, Italy, Holland, New Zealand, Northern Ireland, Portugal, and Spain. The host this year was Poland. The same country who lived part of this history and saw torture and death, hosts this event. Some of my readers will say that it is an international meeting to play with toy soldiers and tanks, but that non-existent UN seemed to be deployed there, in a pavillion full of geeks recreating World War II and absolutely all of them surviving. At the end of each battle celebrating with beer, laughter, bashing their tactics in English, congratulating themselves on the good strategies of their non-bloody battles. The end of each battle was celebrated by sharing the gifts they had brought for their rivals: stylishly labelled beer, chocolates, smoke markers, bartering of t-shirts... Are they really geeks?I was there and I saw them all leave unscathed, prepared for next summer's event, in any other country, because the world belongs to no one.
I have searched for this international and friendly meeting in the press and no one knows that a small part of peace in the world was negotiated there. Only a few privileged people have seen it, smiling, because we have believed that something greater is possible.
(La traducción se la agradezco a mi querida amiga Montaña.)
Flames of War en Cracovia
Dedicado a Álvaro, Mario, Mariano, Jorge, David, Sebas y Pedro y a su actitud impecable.
Os animo a visitar Cracovia, hermosa ciudad que además ha albergado del 2 al 4 de agosto un torneo internacional de un juego poco conocido: Flames of War. La II guerra mundial se expande en todo su esplendor en las mesas de juego con jugadores de varias partes del mundo. Juego de estrategia militar que consigue reunir una torre de babel en un mismo espacio, con un único objetivo: solo jugar. Despliegan escenografía variada y artesanal, los rusos y alemanes con sus infanterías, tanques, aviones y demás artilugios bélicos se van posicionando a golpe de dados en torno a sus objetivos.
Se van a asombrar, pero llegaron de Suiza, Irlanda, Estados Unidos, Austria, Bielorrusia, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Francia, Grecia, Islandia, Italia, Holanda, Nueva Zelanda, Irlanda del Norte, Portugal, y España. La anfitriona este año, era Polonia. La misma que vivió parte de esta historia y vio torturar y morir, acoge este evento. Algunos de mis lectores/as, dirán que se trata de una reunión internacional para jugar con muñequitos y tanques, pero esa ONU inexistente parecía desplegarse allí, en un pabellón lleno de frikis recreando la II Guerra Mundial y saliendo absolutamente todos con vida. Al final de cada batalla celebrando con cerveza, risas, chapurreando en inglés sus tácticas, felicitándose por las buenas estrategias de sus batallas no sangrientas. El final de cada batalla, se celebraba compartiendo los regalos que habían traído para sus rivales: cerveza etiquetada con estilo, bombones, marcadores de humo, trueque de camisetas.... Realmente son frikis?Yo estaba allí y les vi salir a todos indemnes, preparados para la cita del verano que viene, en cualquier otro país, porque el mundo no es de nadie.
He buscado este encuentro internacional y amistoso en la prensa y nadie sabe que allí se negoció una pequeña parte de la paz en el mundo. Sólo lo hemos visto unos cuantos privilegiados, sonriendo, porque hemos creído que algo más grande es posible.
miércoles, 24 de julio de 2024
Tú que gustas de las citas, estas palabras son para ti.
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miércoles, 17 de julio de 2024
Hoy, hago un alto para expresar mi agradecimiento a algunos de mis maestros y maestras.
Hace un instante he terminado de leer Una educación de Tara Westover y desde ese momento no he podido parar de buscar en mi memoria a aquellos que guiaron mi deseo de una educación. No hay demasiados nombres, pero para iniciarse no hace falta demasiado. Con una sola persona intensa, es suficiente, aunque en mi vida hubo un buen puñado.
De mi paso por el cole aparece Don Arsenio y ese momento en el que descubrí que rompiendo algunas piedras había trilobites. Las ciencias naturales con él eran otra cosa que nunca más encontré. También estaba Don Manuel, que ya intuyó y alimentó mi escritura. Mi excelente trabajo de Luces de Bohemia y mi poema, imitación de Machado describiendo mi infancia, me hicieron eclosionar con tan solo 12 años. En el instituto, Teresa Quintanilla me hizo amar la literatura, a quiénes escribían, leían, hablaban o amaban las palabras y Antonio Burgos hizo el resto. Su admiración por mis poemas y cuentos me llevó a escribir sin parar y a ganar mis primeros premios literarios de temática adolescente. La pasión por la filosofía llegó de la mano de Enrique Ibarrondo. En sus clases de ética supe que la buena educación tenía el poder de hacernos fuertes y libres.
En la universidad, mi recuerdo va para Cirilo Flórez, sus pizarras llenas de palabras han inundado mi vida y mis pizarras. Silencioso, prudente y justo. Las palabras adecuadas en los momentos adecuados. Sus explicaciones intensas atravesaron todo esa parte de mi vida que ya estaba predispuesta para educar. Ya no pude hacer otra cosa.
El empujón final me lo dio Emilio Lledó, que en sus cursos de doctorado, hizo crecer mi alma y la obligación de ampliar mis conocimientos.
Gracias a mis padres que me compraron todos los libros que pudieron y a veces los que no y que todavía hoy me acompañan. Gracias a mi hermana por ser mayor que yo para que pudiera verla leer y me contagiara. Gracias a Don Arsenio y Don Manuel a los que debo mis primeras inquietudes. Gracias a Teresa, Antonio y Enrique, por no permitir que muriese tediosamente en sus clases. Gracias a Cirilo Flórez por enseñarme a los grandes filósofos y a los pequeños y hacerme saber, sin él ser consciente, cuál era mi sitio. Gracias E. Lledó, creo que Nietzsche no pudo llegar a mi de mejor manera que saliendo de tus labios, en esa pequeña aula, repleta de oídos absortos escuchándote. Tanto, en tan poco espacio.
Cuando he terminado de leer la historia de Tara Westover, he sabido lo importante que es encontrar a las personas adecuadas para abrir camino. A todas ellas: Gracias.
lunes, 17 de junio de 2024
Qué tipo de profesora soy.
En estos días ando despidiéndome de algunas de las personas que habitan el instituto que ha sido mi casa durante 12 años. Una gran parte de los chicos y chicas que han pasado por mi vida, me están haciendo llegar sus regalos en forma de palabras. Ellos/as saben que no hay nada que me guste más que recibir sus reflexiones.
Y ahora, lo importante de esta entrada de mi blog: hoy leyendo una de las cartas que me han dado cuatro de mis alumnas de la ESO, he descubierto de repente qué tipo de profesora soy. Han sabido describir lo que hago de una manera extraordinaria y ustedes tendrán que conformarse con tan solo una pequeña parte de su contenido:
… gracias porque cuando teníamos algo que contarte, en lugar de ignorarnos y centrarte solo en tu asignatura, nos escuchabas y ayudabas. Cuando los profesores como remedio a la clase sólo ponían castigos, tú buscaste una solución y en lugar de quedarnos sin patio o ponernos deberes hicimos juegos y cosas divertidas con las que aprendimos...sobre todo gracias por no haber dejado de confiar en nosotros y habernos apoyado siempre.....
Siempre soy la que escucha atentamente, la que ayuda, la que busca soluciones, la que sabe que los castigos no resuelven conflictos y no generan aprendizajes. La que quiere que aprendan de verdad y se reinventa a cada paso para que aprendan de verdad. La que nunca les deja a la deriva, sino que les dota de herramientas para que sepan navegar solos. La que nunca camina ni decide por ellos/as, sino que camina y decide junto a ellos/as.
Otros fragmentos que os dejo por aquí de los muchos escritos recibidos:
Espero que sigas demostrando que todos tenemos un potencial, que tú vas sacando de una manera u otra...
Agradecida por enseñarme que ser "la oveja negra" no es malo, aunque cueste, por ayudarme a ser más persona y menos masa...
Gracias por enseñarme el camino de la bondad y del bienestar...
Porque gracias a ti sé que la vida es un entrenamiento constante...
Gracias por transmitirme tu amor por la filosofía...
Tu capacidad para inspirar y motivarnos ha sido increíble...
Gracias a ti he podido crecer...
Me ha parecido divertido descubrir en estos días, en los que mis chicos y chicas me están llenando de abrazos y cartas, que soy la profesora que siempre quise ser, sin ninguna duda.
Gracias, queridos alumnos y alumnas por todos los regalos y escritos que estoy recibiendo. Por recordarme quién soy y sobre todo qué soy. Tengo un corazón lo bastante grande para llevaros conmigo.
miércoles, 5 de junio de 2024
Soy tribunal de EBAU, que le vamos a hacer...
Si, soy tribunal de EBAU. Hoy al terminar un examen, una chica se ha echado a llorar desconsoladamente. No ha sido un llanto de joder que mal me ha salido el examen, ni un llanto de menuda mierda, he estudiado poco o lo han puesto muy difícil "que cabrones". Ha sido de esos llantos de angustia, presión académica y sufrimiento real. Cuando me he acercado a consolarla, le he dicho que solo era un examen, que había muchos más.... Y su compañera me ha dicho: Medicina.
A esa chica, que ha sacado todo dieces en bachillerato y posiblemente en muchas de las materias de las que se está examinando estos días, lo que le pasa se llama Medicina. Yo pensaba que lo que debería pasarle realmente, con esa edad, tendría que ser que está enamorada o que pronto empezará su carrera universitaria con ilusión y grandes perspectivas y que tiene que buscar piso, compañeras, irse del núcleo familiar... Pero no, estaba llorando por Medicina.
El sistema que existe para entrar en la universidad se encarga de joder VO-CA-CIONES, ya lo he visto muchas más veces y también se encarga de crear imbéciles que ocupan puestos de trabajo para los que no están capacitados. No importa si eres la persona elegida para ser una gran médica, lo que importa es que saques la nota que el sistema ha creado. Y se suceden todo tipo de ocupaciones: abogados indolentes, profesores que no educan, médicos deshumanizados.... En fin, podría decir que es lo que hay, pero no me da la gana.
Lo que realmente voy a decir, es que un sistema de acceso a la universidad del que nadie se ocupa, de verdad, nunca ha sido ni será un buen sistema. ¿Quién decide para qué sirves tú?: ¿Los que ponen los exámenes de EBAU? ¿ las notas de corte? ¿la demanda? ¿los profes que te han educado o deseducado en tu paso por el sistema educativo? ¿tu situación familiar, tu salud, tu estado de ánimo en los días 4, 5 y 6 de junio? ¿las horas intempestivas de algunos exámenes? ¿la falta de aire acondicionado en las aulas y el sudor de tus manos? ¿tu capacidad memorística? ¿la suerte? ¿el corrector flexible o el estricto corrector? ¿el humor del corrector cuando corrige? ¿Quién eres tú para corregir?....
Los más perspicaces habrán deducido, antes de llegar al final de mi cabreo, por qué soy tribunal de EBAU.
miércoles, 29 de mayo de 2024
Gracias Faty. Lecciones de vida.
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Foto final con nuestra invitada. |
Venía sonriente y nerviosa, en la misma proporción. Se ha sentado con nosotros/as en círculo y nos ha contado su historia de amor y sus inicios en la sexualidad y entonces, todo lo que llevo hablando con mi alumnado sobre estos temas ha cobrado sentido. Allí estaba ella, hablando de Luis, del cosquilleo que la recorrió de abajo arriba y de arriba abajo al recibir el primer beso, de sus secretos, de sus momentos desgarradores, de su felicidad, de su primera relación sexual y ese amor intenso que la ha permitido llegar al momento en el que hoy está: feliz y libre.
Llevo varios días haciendo entender a mis chicos/as que en el Amor y en la Sexualidad, siempre han de ser libres.
Faty nos ha acompañado para recordarnos palabras claves como la responsabilidad, la seguridad, la pasión, la sinceridad y la importancia de luchar por reafirmarse cuando una sabe quién es. Y esto, queridos alumnos y alumnas, solo se consigue haciendo bien ese trabajo de conocimiento personal del que tantas veces hablamos.
Ser filósofo o filósofa es estar en contacto permanente con la realidad, no se puede crecer de otro modo. Faty, hoy, nos ha refrescado un poco de esa realidad.
Hay un proverbio africano que dice: Para educar a un niño, hace falta una tribu entera
Gracias por tu presencia y tus cariñosas y sinceras palabras. Gracias Faty, por no dudar en venir a acompañarnos y formar parte de la tribu.
Estos días nuestro espacio está abierto para que quienes lo deseen vengan a contarnos sus historias de amor y sexualidad.
viernes, 5 de abril de 2024
Esperar NADA
Apenas puedo decidir qué es real y adónde me llevarán las sombras.
Decía Platón que la realidad está estructurada en dos mundos: el mundo sensible y el mundo ideal. Habito, al estilo nietzscheano, -siempre me vi más erótica que terrenal- en el mundo sensible, no soy de pajas mentales inalcanzables. Nunca fui de amores platónicos, fui de polvos que no eran pensados. Pensar demasiado, acaba con todo y sino mírame.Decía Platón que el mundo sensible, el de la caverna, está lleno de imágenes y sombras que otros han proyectado para nosotros. Decía que el mundo inteligible estaba ocupado por las ideas, lo real, lo original, lo objetivo. Casi todos sabemos que Platón se equivocaba y que la razón no nos va a llevar a la mejor comprensión y conocimiento de la realidad.
Soy irracional, apasionada, pegada al suelo y al infierno, amo la vida que me asfixia porque creo que es la única que merece ser vivida. Es la única que me permite estar rozando la muerte y eso me excita.
Soy una puta loca, romántica, que nunca espera nada. Quizá porque la mayoría de las veces, no pasa nada que no esté previsto que vaya a pasar. Por eso me aburro de la gente cuerda que siempre apela al destino.
Postdata: Quizá alguien entienda mi locura. Quizá entiendan
que no quiero medir las cosas. Quizá alguien entienda todo esto que yo no entiendo. Ojalá me equivoque y pase algo y esperar sirva y no me encuentre con nada, de frente, una vez más.
miércoles, 27 de marzo de 2024
¿Por qué vives?
Para J.J. Con el permiso que da la complicidad.
Me cuentas, que en la novela que ambos estamos leyendo de Paul Auster, te has tropezado con Emma Goldman y que tiene un propósito y que pasa por luchar por una sociedad un poco más justa. Me cuentas, que coleccionar lo que sea, es un propósito necesario al que entregar una vida y que hay que asegurarse de que ese legado sobreviva. Me dices que tu propósito son los libros, que acumulas más de tres mil en tu casa y que aunque son suficientes, son tu propósito. Que tu propósito es estar ocupado y afirmar que vivir es tener un propósito.
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Paul Auster |
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Emma Goldman |
Nada tiene la suficiente importancia, porque todo dejará de ser. ¿Qué te hace creer que necesitas más de lo que tienes?
Un día inefable.
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Dibujo, regalo de Abel. |
Los ruidos siguen girando a mi alrededor y todavía no he descubierto si está en mi deseo aplacarlos. Se atropellan y superponen las palabras y no las he dado permiso para envolverme. ¿Qué dicen todas esas letras que merodean por aquí? ¿Por qué el silencio remueve mi soliloquio neuronal? ¿Acaso, he accedido por fin al interruptor que llevo en mi costado? Y entonces lo puse en la opción de apagado y así sigo desde entonces.
Dedicado a esta puta locura, que es vivir.
viernes, 16 de febrero de 2024
Elisa y Diego
Elisa y Diego, son mis padres y han dejado de existir. Para una filósofa como yo, existir es intención, es un motivo alojado en mi pensamiento, es tener una realidad sensible a la que acercarse. Y cuando tomamos conciencia de que existimos, sabemos que existimos y sabemos que morimos también. Mi padre siempre tuvo un perfil de filósofo excéntrico, en algunos momentos y tras la afirmación que malos somos para cuatro días que vivimos, dejaba que su conciencia hablase en voz alta para mi. Mi madre practicaba una filosofía más esquiva, más doméstica.
Y yo, en menos de tres años, me he quedado huérfana. Me quedo con sus genes: excéntrica y esquiva.
jueves, 11 de enero de 2024
Testamento vital
En virtud del derecho que me reconoce el artículo 17 de la ley 3/2005 de 8 de julio de la Comunidad autónoma de Extremadura, de información sanitaria y autonomía del paciente:
Yo, mayor de edad, con plena capacidad de tomar una decisión de manera libre y con la información suficiente que me ha permitido reflexionar, realizo de forma documental las siguientes expresiones de mis voluntades….
Pediré que no prolonguen mi vida innecesariamente, cuando detecten que mi cuerpo está incapacitado para tener una vida digna y mi alma esté pudriéndose por no poder soportarlo.
Pediré que no permitan un dolor innecesario a las personas que me cuiden, que no tengan que ponerme baberos ni darme de comer, que no tengan que mirar como se consume mi espíritu luchador cuando ya no pueda luchar, que yo misma no tenga que ver sus tristezas y sus recuerdos anticipados por mi inevitable muerte.
Exigiré que no me asfixien entre tubos, pinchazos o sondas, si confirman que es el sprint final de mi vida. Que me pongan rock and roll para acompañar las últimas bocanadas de mi aliento y las últimas mareas.
Pediré que permitan que me abrace la muerte con sosiego, cuando la puta vida, por fin decida abandonarme. Confiaré en la plena sabiduría de la naturaleza, que seguro ejecutará con destreza su plan y sabrá cuando me toca morir, porque sabe que yo no tengo miedo.
( En estos días estoy haciendo mi testamento vital, para que cuando llegue, algún día la muerte, me pille preparada)
miércoles, 10 de enero de 2024
Yo, no escucho.
Hay personas que lo cuentan todo, que lo saben todo, que lo ocupan todo, hasta arrinconarte y entonces te lanzas a desaparecer.
Los lugares comunes de un hospital, no tienen rincones reservados para la invisibilidad.
Todo el mundo es médico o enfermera, conocen dosis, medicinas, diagnósticos, interpretan datos, aconsejan exigiendo y presumen de esas licenciaturas que les dieron las largas temporadas de hospitales y experiencias. No sé si me dan miedo o me producen risa.
Demasiado aficionado. Yo, no escucho.
Segunda planta de este hospital.
Música flamenca sale del carro en el que las auxiliares transportan sus cosas de auxiliares, en este hospital. No las he visto dejar de sonreír, a pesar de nuestras múltiples insistencias. Todos necesitamos algo y lo queremos ya: Levanta a mi padre, mi hermano, mi amiga. Acuesta a mi suegra, mi hermana, mi prima. Necesito una manta, comida, toalla. El sentir hedonista también habita en el hospital.
Enfermeras y enfermeros que están en pie de guerra permanente. Si miro un rato los veo surcar los pasillos sin tocar el suelo y a vertiginosa velocidad. Ponen, quitan, cambian. Vías, gafas, sueros, sangre. Curan, limpian, consuelan. Vías, vías, hola cariño cómo estás.
Médicos y médicas de una compresión infinita, ante nuestras preguntas infinitas. Acompañantes que con infinita pesadez, preguntamos lo que no tiene fin y a veces ni respuesta. Infinita paciencia para los impacientes. Y además perseguidos por pasillos, cafeterías y despachos, porque siempre olvidamos algo que debimos preguntar.
Esta planta está muy transitada, todos somos desconocidos que se conocen. Las expresiones de nuestras caras son comunes, espacio común, alojamiento temporal común.
Hay algo que me gusta especialmente: casi todos llaman a los enfermos por su nombre.
martes, 9 de enero de 2024
15 metros cuadrados de hospital.
Estoy conviviendo en aproximadamente 15 metros cuadrados de hospital. Hay un sillón verde, un potro de tortura que maltrata cada parte de mi esqueleto. Quizá la silla eléctrica se asemeje más confortable en estos malditos días de invierno, de esperas y hospitales.
15 metros cuadrados, camas manuales que rematan en mi dolorido cuerpo, lo que el sillón verde no pudo hacer.
15 metros cuadrados en los que juego a adivinar las horas que no pasan, los sonidos de máquinas, aerosoles y en que habitación se lamenta el enfermo o muere.
Lo imposible es que pases por aquí y nadie muera.
15 metros cuadrados para escuchar historias que no me importan, que han dejado de estremecerme, porque en estos 15 metros cuadrados te vuelves indolente.
Y como no puedes dormir, los fantasmas vienen y te van jodiendo la noche. En 15 metros cuadrados es inapropiado lidiar con los recuerdos que vienen a destrozarte.
Deseo salir fuera, al frío. Salir de estos 15 metros cuadrados de invierno. Quise decir, quizá, de infierno. No lo sé.
Muerte en la 226
Título susceptible de cualquier novela de género policial, a las que, aunque con respeto, no guardo afición.
Morir en un hospital, aunque quien muera sea desconocido, es morir igualmente. Morir en un hospital se mezcla, con una exquisita normalidad, con la vida.
Las camas en las que viajan los muertos, se mezclan con las charlas de lo vivos en habitaciones y pasillos. De fondo no hay violines, solo cisternas descargando agua, cambios de suero, oxígeno que asemeja -con esfuerzo de imaginación- cascadas, sillas, peticiones de información, exigencia de cuidados, timbres…
La muerta pasea cubierta con una sábana corriente y rueda sobre la cama corriente que la sintió morir. Algunos miran directamente, imagino que no es su primer muerto. Otros refugian sus miradas en las ventanas y huyen de ese instante tan dramático y real: el de lo inevitable, lo que vendrá, lo místico, trascendental, lo irracional y poético, lo que somos, siempre seres que morimos.
Hay un séquito espontáneo tras la cama de la muerta, camino del cielo o del infierno, nunca lo sabré.
Salas de espera
Estoy sentada en una silla de madera, en la sala de espera de este hospital.
Las salas de espera, son espacios en los que el dolor, quizá como lo sintió el mismo Epicuro, vive a sus anchas.
Hace frío, el invierno y el dolor hacen que ese frío se instale en los huesos. No nos conocemos, todos esperamos, porque aquí se viene a esperar y a desesperar.
Nos miramos a los ojos, imaginando cuál es la desazón del Otro, cuál la enfermedad que le ha traído aquí, o la persona querida de la que espera noticias.
Aquí venimos a sufrir y a descubrir que vivir no es gratis, es esperar.