viernes, 29 de diciembre de 2017

Soy una caminante

Hoy he visto zombies haciéndose selfies de espaldas a uno de los grandes espectáculos de la vida: la salida del sol sobre el mar. Yo en silencio frente al mar, congelada, esperando desde hacía rato, preparándome para ser una con el amanecer. Poco a poco me iba transformando en viento, en pájaros, en nubes coloreadas, en olas incontables, en rayos de sol.
A mi lado, espectadores pasivos disparando cámaras que pretenden captar todos esos segundos que sus ojos se han perdido.
Frente a mi, el sol, el viento, mi espíritu flotando ajeno al triste espectáculo de la inmediatez y el olvido. No saben que la liquidez de la vida marca fechas de caducidad que hay que exprimir. No saben que en sus fotos no se graban los suspiros, no se reproduce el camino recorrido hasta ese instante etéreo.
Ya han recogido sus chismes y sus vidas, yo sigo aquí, frente al mar, respirando.