viernes, 5 de abril de 2024

Esperar NADA

 Apenas puedo decidir qué es real y adónde me llevarán las sombras.

Decía Platón que la realidad está estructurada en dos mundos: el mundo sensible y el mundo ideal. Habito, al estilo nietzscheano, -siempre me vi más erótica que terrenal- en el mundo sensible, no soy de pajas mentales inalcanzables. Nunca fui de amores platónicos, fui de polvos que no eran pensados. Pensar demasiado, acaba con todo y sino mírame.

Decía Platón que el mundo sensible, el de la caverna, está lleno de imágenes y sombras que otros han proyectado para nosotros. Decía que el mundo inteligible estaba ocupado por las ideas, lo real, lo original, lo objetivo. Casi todos sabemos que Platón se equivocaba y que la razón no nos va a llevar a la mejor comprensión y conocimiento de la realidad.

Soy irracional, apasionada, pegada al suelo y al infierno, amo la vida que me asfixia porque creo que es la única que merece ser vivida. Es la única que me permite estar rozando la muerte y eso me excita.

Soy una puta loca, romántica, que nunca espera nada. Quizá porque la mayoría de las veces, no pasa nada que no esté previsto que vaya a pasar. Por eso me aburro de la gente cuerda que siempre apela al destino.

Postdata: Quizá alguien entienda mi locura. Quizá entiendan
que no quiero medir las cosas. 
Quizá alguien entienda todo esto que yo no entiendo. Ojalá me equivoque y pase algo y esperar sirva y no me encuentre con nada, de frente, una vez más.