jueves, 15 de julio de 2021

Meditando con Marco Aurelio

Esto es todo lo que soy: un poco de carne, un breve hálito vital y el guía interior... (Marco Aurelio)

En verdad, es todo lo que soy. Y aunque crea que soy mucho más, pierdo el tiempo cuidando del envoltorio mortal. Si me despojo de mi trabajo, de mis caprichos, de mi coraza. Si dejo atrás mis intereses, mi ego; solo quedo yo: un cuerpo que morirá como todos. Creo que no añoro la inmortalidad. ¿Para qué aferrarme a mis tesoros si desaparecerán conmigo?

Quítate la fama, las posesiones, los halagos, incluso el cuerpo. Deja sólo el alma al descubierto.

Lo importante es la grandeza del alma, lo demás lo arrastra el tiempo.

jueves, 8 de julio de 2021



Hoy, hace treinta días que murió Elisa, mi  madre y el amor que siento por ella me obliga a hacer un homenaje a su recuerdo imparable.

La recuerdo dormida, tal y como me despedí de ella en la cama del hospital tras su muerte. La recuerdo a mi lado, siempre estaba a mi lado. La recuerdo incansable en su quehacer y en su existencia. Mi apoyo y mi aliento en cualquiera de los momentos en los que me ha golpeado la vida y en los que me ha sonreído también. Siempre fue mi compañera, la mujer incondicional que paseaba a mi lado, a veces sin preguntar. No puedo recordar cuántos cafés tomamos juntas, cuántas mañanas de escapada por cualquier lugar para tomar café y hablar de lo puta y lo hermosa que es la vida. Ahora que estás muerta, madre, solo me parece puta.

Recuerdos, ella siempre traía a nuestra mente recuerdos. Creo que el pasado nunca supo abandonarla y yo aprendí a alimentarme de sus historias. Todas las personas que pasaron por su vida se han quedado ya guardadas en la mía y creo que no podré evitar que vayan saliendo de mis manos, como hoy, entre estas teclas, sale ella.

Murió al amanecer, quizá por eso hoy desperté sintiendo que estaba a mi lado. 

Murió y yo sigo existiendo y mi aliento y el latido de mi corazón, hoy brindan por ella y su recuerdo.