domingo, 6 de septiembre de 2015

Ilustre afirmación

Realizada por M. Antonio. Venecia
Decía Jose Luis Sampedro que el presidente del gobierno y sus secuaces son básicamente unos ignorantes y unos gilipollas. No seré yo quien desmienta esta ilustre afirmación. Y es que no saben ver y solucionar lo que a ojos del resto de los ciudadanos honestos y preocupados por la recuperación de nuestro país es tan sencillo. Yo admito que me pierdo en la historia y en cuestiones económicas y se me escapan los datos adecuados para este análisis, pero hoy mi marido me colocó dramáticamente en varios puntos de inflexión que me han amedrentado: una próxima guerra porque ya va tocando una gran crisis provocada por controlar las materias primas y básicamente el agua; quizá no sirva de nada que nuestra hija estudie porque de nada le servirá en ese futuro que se aproxima; todos camareros al servicio de la CEOE, bochornosos especuladores; ¿dónde están los líderes? ...¡ah! si no tenemos, si han dejado de ser políticos, humanistas y economistas para ser también camareros; un Estado de Bienestar que no interesa, que no es rentable, que no enriquece, que nos han hecho creer sus mentiras convertidas en verdades a fuerza de repetirlas; me explica que otros países reactivaron su economía invirtiendo en ocio, que Alemania nos está dominando; que necesitamos otro Rousseau  que no tenga nada que perder ("no basta con tener ciudadanos y con protegerlos; es preciso además cuidar de su subsistencia."), no entendemos que el que tiene mucho desee más de lo que no necesita y no comparta y en la cima de las cuestiones va y me deja con una reflexión dramática:¿cómo explicas que se acabe antes con la violencia racial que con la violencia de género?. Sociedad gobernada por hombres que comprenden que teniendo satisfechos a los hombres podrán someter a sus mujeres. Maldita doble manipulación y maldita inteligencia que te hace descubrir tantas verdades. Una sociedad es caminar juntos hacia un bien común, sustituir el instinto por justicia y compartir una moralidad universal. Yo para el duende de la lámpara la próxima vez, me pido la más absoluta ignorancia y felicidad.

jueves, 3 de septiembre de 2015

Que nuestra existencia no vale nada

Que pueden darnos golpes legalmente por protestar, que pueden dejar que nos desangremos en una valla, que hemos dejado de sentir y de llorar porque ya nadie escucha. Que podemos hacer una foto de un niño que ha muerto por nuestra culpa, por la de todos. Que somos muñecos de trapo que van de paso y flotan en el mar romántico de los poetas, que ha dejado de ser mar que mece mis sueños y se ha convertido en el infierno de las pesadillas. Que seguimos despertando cada mañana con la memoria de la tristeza borrada, con la existencia cubierta, con el plato lleno y las vacaciones programadas. Que no escuchamos, que solo oímos los murmullos y cerramos los ojos para no saber. Que somos ausencia permanente, que no nos gusta la verdad, que cambiamos de canal, de periódico y de acera para no observar ni pisar la desgana, la pereza, la pobreza y el mal aliento de los que no pueden ya existir. Que el crimen se ha vuelto decente, que somos cómplices de quienes mueren a nuestro lado en cualquier mundo, en este mundo, en el de todos. Que me sangran las ausencias, los delitos, los abusos. Que no quiero morirme en el silencio, que no quiero que me maten sin escupir mis gritos, que os lleguen mis mil latidos que me asfixian. Que existir no vale nada y nos cuesta todo. Que tengo miedo, que ya no sueño y solo tengo miedo.