viernes, 19 de septiembre de 2014

Despierta el espíritu crítico

Empieza el curso escolar y mis alumnos aferrados a su verano, su limitada realidad, su móvil y su sillón-tele tienen que volver a despertar. Llega el bombardeo que les lanzo cargado con palabras como libertad, razonamiento, espíritu crítico...y se desmoronan. ¡Con lo bien que estaba sin estos dolores de cabeza! y además nos rayas! se quejan algunos. La filosofía es una larga condena en la que estamos obligados a decidir a cada paso, a razonar y expresar nuestras opiniones justificadamente. El "no sé" y "no sé explicarme" no sirven, es de cobardes; y entonces todos/as se vuelven valientes y se agarran a cada idea y la desmenuzan, y abren los ojos como si pudiesen atrapar la existencia en un segundo y deciden saborearlo todo con tanta intensidad que me siento emocionada con sus emociones. El vacío y el tedio desaparecen porque con los diálogos socráticos lo llenamos todo. Es un soplo de aire fresco en nuestras mentes, fuera está lloviendo, abrimos las ventanas y a la vez que hinchamos los pulmones nuestra vida sabe mejor..sabe a libertad, a hedonismo, a virtud, a todos los momentos en los que faltó sentido en nuestra existencia, a todos los errores que cometimos pero supimos rectificar, a todo lo que amamos y lloramos. 
Se equivocan los que piensan que podrán acabar con estas sensaciones borrando la filosofía del sistema. Tenemos muchos momentos para seguir filosofando. Porque para pensar y luchar hay mucho espacio. Cargados con nuestro espíritu crítico recorremos pasillos, paseamos por el patio, nos tomamos un café y sin necesidad de que unas leyes nos encasillen en un aula o una materia seguiremos pensando. Y tengan cuidado aquellos que pretenden manejar los hilos de nuestra existencia porque queremos cortarlos.
Pensamientos

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Voy de negro

Tomando prestado el título de una canción del loco ( Loquillo) también voy de negro. No podría ser de otro color. Angustiada por la caída casi permanente al vacío de este presente que estamos viviendo, camino por las calles y sólo escucho lamentos de resignación por hacer cola en el paro, por que ya no tengo edad para encontrar trabajo cuando todo esto pase; además si tienes trabajo no te puedes quejar porque los demás escuchan y sufren y tu sufres y callas también con ellos. Hoy en la zapatería la dependienta buscaba soluciones visibles..ese es el problema que no creemos que sea verdad lo que dicen porque no lo vemos, o lo vemos siempre igual o peor...yo hacía contratos de 6 meses que fueran rotando y todos pudiesen trabajar y al menos viéramos movimiento, algún respiro. Si no trabajan cómo van a comprar zapatos, tendrán que comprar comida!!. En la calle siempre el mismo paisaje, paseantes desahuciados de sus trabajos, de sus casas, de sus vidas. En una esquina comentan con sorna que ahora van a dar 300 euros a las mujeres de la posguerra, hay que joderse!! desde cuándo se trata por igual a víctimas y verdugos...Y ese dinero para qué?. Yo contesto para mi: oportunismo y gilipollez! Me resisto a meterme en casa y dejar de escuchar la sabiduría de la calle, ya casi no tienen miedo al futuro porque ya muchos no tienen nada. Encuentro filósofos profundos en mi carnicero que canta viejas canciones de Serrat y entre corte y corte reivindica algo mejor y nos regala ejemplos de gente con nombre que sufre; mi frutero que aunque de derechas también asume que todo es un desastre, la panadera que apura con el negocio abierto hasta las once de la noche; mi vecino que solo pasea por la avenida con unas pipas y demasiados meses de paro a las espaldas. Filósofos de siempre, debatiendo sobre su existencia, su angustia, mirando a dios de reojo por si les observa, soportando la tristeza y la felicidad de los demás. Es gente serena y me gusta escucharles con una media sonrisa. Y cuando me preguntan, yo también me vuelvo serena, realista y filósofa, en un intento de salir en la misma fotografía que ellos salen en estos tiempos negros que todos compartimos.... "Y hasta que la luz no brille de verdad, voy de negro, de negro me verás"
Concierto del loco en Málaga

jueves, 4 de septiembre de 2014

De iglesias, educación y filósofos.

Prometo no ir a sus iglesias a filosofar, a cambio me gustaría que no viniesen a nuestros centros educativos a cristianizar. Podría ir y decirles que dios no existe, porque si existiera sería un tirano que ha creado un mundo sin consenso, a su antojo, un mundo con personas desiguales, discriminatorio; un dios nada democrático. Podría decirles que la generosidad no se mide en las monedas que echan en el cesto, ni en los días que van a misa, ni en domingos ni fiestas de guardar; que la generosidad está en nuestra concienca, en la cantidad de amor que somos capaces de almacenar y regalar. Podría decirles que llevan siglos leyendo el mismo libro obsoleto y se están perdiendo una amplia literatura universal llena de valores y principios cercanos a la humanidad. Que los iconos que veneran son iconos. Que ya nadie vive arrodillado, que es mejor vivir y morir de pie. Que si dios existiera no permitiría que siempre murieran los buenos y que los malos fueran felices, que entonces no es tan bondadoso y que a modo epicúreo considero que se ha despreocupado de nosotros y la divina providencia es un cuento pasado de moda. Podría decirles que el mundo es injusto, pero que se puede mejorar y en sus manos está actuar y no sólo esperar una vida mejor, la prometida.
No voy a ir a sus iglesias porque sería caer en la demogogia que no tengo y además no aceptarían a una librepensadora con espíritu crítico, no programada para la autodestrucción y la vida eterna; amarrada a este "valle de lágrimas" que se va secando gracias a que todavía somos capaces de despertar la curiosidad por la explicación del mundo, de sus cosas, la realidad, la vida... Me pagan con dinero público y educo en libertad, en variedad de opiniones, valores, religiones, creencias, sentimientos, pasiones, etc, a un público excelente que es libre de ir a las iglesias a escuchar. Les pagan con dinero público por educar en una única dirección en nuestros centros.
Lo dicho, prometo no ir a sus iglesias a filosofar, sobretodo  para que no me quemen las alas.


martes, 2 de septiembre de 2014

Recortes, desfachatez e incompetencia

Remanso de paz, para equilibrar
Las tres cosas van de la mano cuando se trata de la atención telefónica en el Servicio Extremeño de Salud. Dos días interminables, 28 llamadas a centralitas para no conseguir la información que necesitaba y finalmente he tenido que desplazarme yo y mi cabreo hasta el mismo hospital para obtenerla. Los de centralita me pasaban una y otra vez (decir en su favor, que al menos cogen el teléfono) con teléfonos que al sonar todos igual- a desidia, falta de humanidad y personal- yo creo que era siempre el mismo, el que no existe, al que nos derivan a todos por insistencia hasta agotarnos. Es un teléfono que no tiene nadie al otro lado o nadie quiere cogerlo... Finalmente pido que me pasen con atención al usuario para presentar una queja y ante esta petición escucho al otro lado del teléfono: eso va a ser otro desastre; e intuyo sonrisilla de nadie le va  a coger tampoco el teléfono. Efectivamente nadie al otro lado del departamento de quejas; suena igual que el primer teléfono y decido abandonar. En la radio dicen que están bajo mínimos en personal de atención al paciente, y los mínimos no sé dónde estarán. Lo cierto es que entre recortes e incompetencia siento la burla martilleando en mi cabeza. Siempre pienso lo mismo: cuando se trabaja con seres humanos no se puede recortar, cuando además son seres humanos enfermos menos; con la humanidad, las emociones y el dolor latentes, no se puede recortar. Se buscan responsables de estos desagravios permanentes. Son culpables los que no saben gestionar nuestro dinero PÚBLICO, son culpables los trabajadores públicos que no saben gestionar adecuadamente su trabajo y generan dejadez. Serán culpables todos los ciudadanos que después de aguantar tanta degradación en nuestro servicio sanitario vuelvan a regalar su voto a quien permite que los recortes, la desfachatez y la incompetencia aniden entre nosotros. Un claro ejemplo de que la mayoría absoluta no es democrática...