viernes, 7 de abril de 2017

4´33´´

En cuatro y treinta y tres sonoros momentos 
                                         me desvela la razón
el ventilador del portátil
las teclas, golpes secos
el pez gigante-naranja salta.

Pitan los oídos como estrellas
                                    me desvela el corazón.
Temblor en mi garganta silenciosa,
hay crujidos.
Y en el aire todavía lo de ayer
esperando.

Me desvelan las palabras, 
las que no salen.





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