lunes, 27 de junio de 2016

Maldita mediocridad

 El aplauso permanente a la mediocridad es el que ha llevado a nuestro país a ser los primeros en algo: la ignorancia, la incultura y el deseo de no salir de ese estado de mediocridad que se ha convertido en algo natural para los españoles.
Me considero insultada y burlada por todos esos millones de españoles que han votado sin contemplaciones, sin usar la razón, ni el corazón ni la cabeza. Me siento confusa cuando me doy cuenta de que la participación ciudadana en la construcción de nuestro país se reduce tan solo a votar y a cultivar la mediocridad el resto del tiempo. Hoy sinceramente estoy convencida de que mi interés por la política no puede decaer, convencida de que mi labor docente es prioritaria para acabar con esta panda de mediocres que están ocupando el mismo espacio que yo venero cada día y en el que contribuyo para que crezcan espíritus libres, no alienados, no sometidos a ningún credo. Hoy no quiero disimular mi cabreo, porque mi malestar nace de las más absoluta racionalidad. Soy una persona libre, mayor de edad en todo los sentidos, envuelta como si de un papel de regalo se tratase en la más sublime humanidad y respeto por las diferencias, comprometida hasta el infinito y más allá en contagiar a los que me escuchan de aquellos valores libremente elegidos pero lógicamente aprendidos. Soy una educadora creativa y audaz porque elegí el camino correcto que es el de la dignidad. Confieso mis errores y mis excesos, educo en la paz y en la libertad. No puedo esconder mi cabreo porque no puedo soportar que la mediocridad se haya convertido en deporte nacional.

Cuando estaba escribiendo esta entrada en mi blog, llegó hasta mi una estupenda reflexión de Forges sobre la mediocridad. La casualidad existe. Le robo su viñeta, supongo que no le importará que compartamos la misma lucha.

1 comentario:

  1. Sí, parece como si ciert@s "ciudadan@s" de España hayan cogido el gustillo al sin rumbo. Es una sensación nauseabunda. Dejar el timón sin capitán produce el cosquilleo que la inmensa mayoría de seres andantes aspiran a tener permanentemente.., y lo peor es la inmunidad, no solo la mediocridad.

    ResponderEliminar